Pasadas las tres

Un personaje llega hiperdiluido a un antro mala copa en estado cuasi liquido a punto de escurrirse bajo la mesa eternamente reservada, cuando al vuelo lo absorbe un mechudo con impecable maestría, yendo a dar sorprendido a una cubeta sobre ruedas. Arrastrada sin remedio la cubeta con el sujeto contenido, resignada haciendo fila en un reten de alcoholímetro…

Joven hágame el favor de soplar por aquí hasta que le cuente tres.

F I N

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *