Te puedes sentir bien o mal imaginado,- que no es lo mismo que bien o mal pensado-, pero: “El imaginarse”, no es acto que permita prejuicio de conciencia. Sin conciencia dada… ni te imaginas lo que aparece !

La imaginación es pensarse libre-mente, es recrear la realidad sin sesgo del deber ser. La verdadera vida existe sólo en la mente libre, ahí adentro, solos, debemos imaginar nuestro entorno personal y de quienes nos rodeamos.

En algunos cuantos, es común crear amigos imaginarios, solo por el afán de tenerlos. Pero… ¡A ver mantenlos…así contentos y entretenidos… por muchos años!

En la infancia iniciamos la fabricación de nuestros primeros imaginarios. Pero es hasta la franca adolescencia, que los cuates inventados se materializan como personajes adjuntos, a imagen y semejanza de lo que nos hace falta.

Por supuesto, me encuentro bien imaginado por mí mismo, sin prejuicios… en función de como me imaginan mis amigos falsos, los siempre disponibles, los únicos verdaderos.

Los imaginarios.