En virtud de lo virtual

 Hoy lo único que realmente importa en la vida es tener energía y señal para mantenerte enchufado en la red, enganchado al Matrix, conectado a la realidad virtual. El exterior, el entorno, el individuo de a lado, no importa y no sirve a mi experiencia individual. Es más, las más de las veces, los ya muy pocos orates que están atentos, alertas, viviendo el momento real, los que están desconectados del ciberespacio, los que no están en el canal binario; estorban, interfieren, no aportan nada al big data ni a la red social y por lo mismo están perdidos, solos, ajenos al sistema. No me interesan en lo más mínimo.

Hoy lo único que realmente interesa para vivir a gusto en la dimensión digital sin los inconvenientes del mundo analógico, es no perder el tiempo con trivialidades anatómicas del drama humano, es saber que solo existimos los que estamos adentro con un perfil que se pueda ubicar orgánicamente en los buscadores y entender que pertenecemos a una de dos categorías de seres simbióticos; los activos que crean y suben contenidos a la red y los pasivos que consumen y comparten vitalmente lo que hay ahí adentro. Ambas clases de cibernautas sin remedio enajenados por los Giga monstruos, quienes tienen el control absoluto del tráfico de nuestros expuestos datos.   

Yo por lo que están ahora leyendo soy de los que inercialmente publicamos contenido por éste único medio de existencia, la cruda realidad es que de los que estamos activos tratando de subir substancia a la inmensidad de la nube electromagnética, están los virtuosos, exitosos, siempre vistos, gustados y compartidos del internet y por el otro lado los ilusos que como yo no tenemos seguidores suficientes, más que los relativos cercanos, que me consecuentán como amigos en Facebook o me vigilan de incógnitos en el insubstancial blog por el que incauto les hablo desde éste inmenso vacío.

La paradoja y lo absurdo del caso es que, en virtud de lo virtual, a éste micro grupo de seguidores los tengo cerca de cualquier modo, a la mano, a veces justo frente a mi, en persona, y me es imposible darles un like o verlos a la cara y decirles todo lo que por la red me atrevo a compartirles. Me siento fuera de lugar, incómodo, con una sensación demasiado personal, me da miedo que no haya nadie adentro, de un lado o del otro, fuera de alcance, sin conexión.

F I N

 

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