En función de lo mucho o lo poco de algo indeterminado, que casualmente actúa en el entorno con el que se encuentra un ser en sus primeras experiencias de vida, se conforma y configura una estructura mental, una forma de pensar e imaginar el mundo. Una forma de vida diferente que se expresa en determinada persona.

Existen así personas determinadas por una condición amplia, la cual inhibe la ambición material y promueve el desapego a las cosas, relaja el humor, mejora el carácter y facilita la conexión natural con el pensamiento diferente.

Así mismo existen personas en condición limitada, que están determinadas por la necesidad de ambición material y la falta de desapego a las cosas, que lógicamente se les tensa el humor, descompone el carácter y se les dificulta la conexión con el pensamiento diferente.

Lo interesante es saberse indeterminado, que sea posible cambiar razonablemente de forma de pensar y por lo tanto de responder a la vida. Es decir elegir ahora experiencias de vida que, como al principio, determinen de nuevo una vez y cada vez más iguales a las diferentes personas diferentes.