canijo rencor

Me cuestiono…¿Bueno y qué pasa? si todas las iniciativas, acciones o inacciones que ejecuta el nuevo titular ejecutivo son producto del canijo rencor personal y de las viejas frustraciones que fue acumulando en su larga y tortuosa vida política y personal.

Me pregunto si la cancelación del aeropuerto no es más que un castigo al señor Delgado, por haberle retirado el financiamiento al centro histórico, cuando siendo él jefe del entonces distrito federal, no se cumplió con lo pactado. Y ahora con saña y con un enorme costo para el país, se cobra venganza vil.

Me temo que sus elegidos consejales, de solo ciertos consorcios de medios, son evidencia de que la mayor marca televisiva, pronto será anulada por lo mal que ha tratado al eterno candidato opositor, hoy ya dictando historia con la invertida banda nacional. La ahora condenada empresa, coadyuvo con sesgo mediático al fraude electoral del 2006 y a la inflamada e histriónica presencia pública de Enrique y su Gaviota. Ya de entrada, nuestro nuevo flamante jerarca, guillotinó al más filoso del canal de las estrellas y tiene pasmado y mudo al vocero-dueño de la concesionaria en cuestión.

Me preocupa que el justo recorte al ofensivo emolumento de los supremos magistrados de la corte, sea solo el justificado coraje que le tiene a la autoridad judicial, por haberlo retado y castigado en el pasado intento de desafuero. Me angustia que no sea esto un asunto de justicia, sino de arreglo de añejas cuentas y de presumir qué ganso la tiene más grande.  

Qué tal que la amnistía y el perdón profesado, es puro atole con el dedo, y por lo pronto, solo aplica a los funcionarios intocables. López está, con razón, resentido, rencoroso y muy dolido por el desprecio clasista de la clase ahora todavía en el poder. Y muy a su pesar, bastante limitado por sus incapacidades políticas. Parecería entonces que el autoproclamado juarista, lleva a cuestas una profunda muina oculta, que no lo deja razonar ni actuar con sensatez republicana.

Llegó la hora de pagar caro el error de haber permitido, por tanto tiempo, el nefasto gobierno revolucionario institucional, el haber permitido los constantes agravios sociales, la tranza contínua, la creciente desigualdad, la injusticia pendenciera, la incompetencia total y sobre todo el abuso discriminatorio a, la de por si ya, clase muy marginada.

Todo por culpa de nuestra necia desidia cívica y absurda irresponsabilidad civil. Nos lo merecemos…quedamos en manos de un falso redentor y un viejo justiciero populista, que, pudiendo ser el líder del cambio que pregonó, se está cobrando a la mala, bien y bonito, doblada como dirían algunos. Con toda la fuerza que le da el poder absoluto, concedido por un pueblo iluso y desesperado por siglos de abusos y engaños del gobierno en turno.

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