Imagino en el futuro cercano, un exitoso ecosistema humano, en donde naturalmente se reivindiquen y convivan, de forma equilibrada, dos especies hoy desbalanceadas. En donde unos sean distinguidos como seres de Ocio y los otros como gente de Negocio.

Estos últimos, utilizan la vida para ganar ventajas y obtener cosas materiales. Y éstos mismos, por una increíble e intangible conveniencia, se prestarían gustosos a consumir suficiente obra creativa e intelectual y mantener con bien a los dichosos ociosos aquellos.

Sí, así tal cual… seres generosos, interesados por ofrecer a fondo perdido, un subsidio impuesto a sus opuestos: personajes vagos, exóticos, de extraña expresión desinteresada. A cambio, estos inútiles del ocio, artífices de realidades alternas; además de imaginarse libres al producir su propia obras y expresar con creatividad y oficio el relativo sinsentido de la vida, – estos creadores, hoy muchos despreciados y desperdiciados–, dedicarán gustosos parte de su tiempo libre, a educar a sus antónimos, en la abstracta virtud de apreciar lo inmaterial e instruirlos en la difícil comprensión de la elegancia simple y de la compleja belleza artificial.

Abundando en lo anterior…en reciprocidad para con sus interesados subsidiarios, los llamados ociosos, a través de su arte, les revelarán visiones contrarias a lo acostumbrado, posturas encontradas y expectativas inesperadas… así la gente que se dedica a negar el ocio, ganará ventaja significativa, al poder apreciar formas diferentes de ver las cosas diferentes.

Lo cual no necesariamente los sensibiliza, pero les refina el gusto, los hace mejores personas y les permite saber distinguir cierto valor conceptual lógico, con base en referentes estéticos mentales y criterios emotivos, absurdos o arbitrarios.

En éste civilizado intercambio cultural de beneficio mutuo, se obtiene el equilibrio sustentable de una sociedad avanzada. En dónde, como lo imagino, se aprecien entre los unos y los otros y juntos existan en un mundo mejor y más entretenido.

NOTA : Siempre existirán además, en este mismo sofisticado ecosistema: Los Cínicos, seres que se ostentan indistintos como de Ocio o Negocio, pero son falsos y desvergonzados. Con estos parásitos vividores hay que tener mucha cautela, sacarles la vuelta y denunciarlos sin piedad.