Cómo fue que llevamos las cosas a este punto sin retorno? En dónde fue que se nos torció la historia ? Cientos de miles de años de supuesta evolución y el destino alcanzado es grotesco e inhumano.
Muy al principio, los dioses ambiciosos que, de buena fe, se inventaron nuestros ancestros empoderados, resultaron tóxicos, se nos condujo a los pecadores a adorar a seres sobrenaturales para que nos resolvieran con indulgencias la sobre vivencia terrenal, haciéndonos creer en un consuelo celestial más allá de la muerte y tentaciones materiales.
Mientras de nómadas no íbamos tan mal, andábamos de tiempo completo entretenidos correteando la chuleta y de vez en vez procreando a nuestra propia especie en equilibrio, supongo felices de estar vivos y coleando o muertos y descansando. Hasta que un buen día alguien, por error, enterró un nabo y creció un tubérculo. Todo cambió para siempre.
Cierta teoría en la que creo, postula que fue “La Agricultura “ que dio origen a esta malograda civilización, mitómana e insaciable; que el hecho de hacernos sedentarios nos hizo posesivos y territoriales y por lo tanto, cambiaron las costumbres y los valores humanos, antes en función de la subsistencia colectiva de la tribu, después para pagar los tributos impuestos por los terratenientes oligarcas de aquel entonces.
Hubo eras que fueron brillantes, épocas en donde la saciedad de la sociedad y el ocio de algunos pocos de sus miembros desiguales, les permitió pensar y construir cosas trascendentes y avanzadas, sin embargo esas ideas estaban muy desviadas de lo deseable y muy lejos de los mortales.
Total que en el trayecto, dejamos de ver al entorno y a nuestros semejantes como parte de un conjunto íntimamente relacionado y codependiente y se complicó la cosa que ya de por sí se venía venir compleja.
Lo que si sucedió, por tener sustento en la mesa y tiempo de sobremesa fue que la población poco a poco creció a niveles insostenibles, lo que nos forzó a cosechar y crear alimentos masivos, lo que acabó, primero con la diversidad vegetal y animal y, con siglos de monocultivos fertilizados y emisiones de combustiones gaseosa, se explotó la tierra, el agua y el aire hasta más allá del límite no imaginado. En fin en esas estamos: por un lado sufriendo amenazas mortales de guerras nucleares y matando de hambre a millones de gente inocente y por el otro la amenaza del control digital absoluto y la adicción de millones de idiotas conectados a sus dispositivos inteligentes.
Qué tal si en cambio, en su momento hace miles de años, sin tantas pretenciones, hubiéramos encausado por las buenas y sin estrés a plantas y animales ( incluyéndonos) a colaborar para mantenernos todos contentos en este generoso planeta que nos contiene juntos. Seríamos los justos para vivir todos a gusto por igual.