Ahora que veo cómo está de fea la cosa…pienso que, el único remedio para corregir el pronóstico de mal futuro y poder así resolver el grotesco estado que padece nuestra masiva humanidad confinada en este singular planeta, será: la conveniente implantación central de una presidencia artificial lomundial,
Presidencia compuesta por un colegiado de, se me ocurre, once diferentes versiones de súper poderosas plataformas de Inteligencia Artificial Generativa que, entre todas, den orden y respuesta conjunta, concreta y verificada a problemas identificados estratégicamente críticos para avanzar hacia el objetivo último de una civilización evolucionada y sustentada en el supuesto de que todo el trabajo físico o mental, pesado o de precisión, sería realizado por una infinidad de máquinas esclavas desalmadas.
Visión y retos planteados por el mismo conjunto de sistemas inteligentes, con base en el aprendizaje maquinado sobre la realidad verdadera. Y que, sobretodo, respondan a cuestionamientos claves formulados de origen por un comité humano de, por decir algo, veintidos personas, once mujeres once hombres, elegidas aleatorias y entreveradas cada tres años por el más avanzado algoritmo selectivo. Siendo estos sujetos agentes de la consciencia colectiva, un grupo de aptos funcionarios con distintas cualidades, jóvenes de alto desempeño creativo, intelectual y espiritual, libres pensadores con edades entre once y veintidós años, sin formación escolar estructurada y sin ningún tipo de doctrina o adicción marcada, ni tampoco haber sido crecidos por padres o tutores disfuncionales.
Este comité de seres orgánicos de género indistinto, estaría encausado por un equipo igualmente humano de tres experimentados directores ejecutivos con trayectorias divergentes y complementarias, elegidos por la presidencia artificial, para dirigir al mundo en periodos de nueve años remplazados uno después del otro, cada tres años habiendo terminado su ciclo completo, este grupo directivo seria el encargado de implementar y socializar las acciones correspondiente, derivadas del plan global establecido y actualizable cada cuatro años.
Dicha puesta en marcha sería a través de delegados honorarios regionales y locales, electos democráticamente, también alternados cada nueve años. Humanos con sentido común y social dotados de inteligencias y capacidades naturales y artificiales, desarrolladas en específico para lograr, con alta eficiencia, la colaboración comprometida de sus comunidades afines entorno a una visión planetaria, integral e inclusiva, en el interés vital de todo mundo.
Esta visión de futuro contemplaría una sociedad civilizada y satisfecha en lo esencial del desarrollo integral de sus individuos, siendo estos parte indispensable de un ecosistema virtuoso y avanzado. Ciudadanos que, desde su posición humana privilegiada, podrán dedicarse al cultivo del ocio creativo, al negocio de innovar lo sustancial o a la representación y coordinación social honoraria. Gente vinculada a una comunidad de pensadores semejantes, agradecidos con la vida productiva y placentera que gracias a la ciencia y tecnología aplicada a la existencia significativa, les permitiría disfrutar el momento presente sin tener que sufrir las calamidades impuestas por gobiernos parásitos, infestados de políticos ineptos y corruptos, ahora por fortuna, especie en extinción y por lo aquí escrito…condenados a desaparecer sin pena ni gloria.