Otro absurdo dilema en la que nos metimos como especie sin sapiencia alguna, fue la de inventarnos, por economía y flojera mental, la conveniente creencia monoteísta celestial, aunada a la fe del más allá y la contraparte infernal.

Existía hace miles de años la lógica natural de que, a cada manifestación de la naturaleza o misterio del drama humano, correspondía una deidad dedicada de tiempo completo al asunto en cuestión. Es decir se repartían la tarea del orden cósmico y la responsabilidad del caos terrenal entre varios y suficiente dioses de alta especialización. En algunas culturas, inclusive sin un dios supremo que los gobernara a todos o pudiera cargar con el mérito o la culpa de nada. Nada más cómo repaso histórico cultural y muestra de lo anterior aludo a la mitología griega y su estructura de dominios y responsabilidades. Titular / encargo: (ábro Metaparéntesis)

Zeus / Cielo y trueno (rey de los dioses y gobernante del Monte Olimpo). Poseidón /  Mar y terremotos. Hades, Inframundo y muertos. Hera / Matrimonio y familia, (esposa de Zeus). Deméter / Agricultura y la fertilidad. Atenea / Sabiduría, guerra y artesanía. Apolo / Sol, música, poesía y profecía. Artemisa / La caza, la luna y la virginidad. Ares / Guerra y violencia. Afrodita / Amor y belleza. Hefesto / Fuego y forja. Hermes / Comercio, mensajeros y ladrones. En otro rango pero igual de importantes e inmortales: Dionisio / Dios del vino, la fiesta y el teatro. Perséfone / Diosa del inframundo y de la primavera. Hécate / Magia y brujería. Pan / Naturaleza y pastores.

Siglos después, los romanos por decidia adoptaron a los mismos dioses, con los mismos dominios simplemente  con diferente denominación y estatuas:  Júpiter, Neptuno, Plutón, Juno, Ceres, Minerva, Febo, Diana, Marte, Venus, Vulcano, Mercurio, Baco, Proserpina y los ultimos dos, el dios de la brujeria y la naturaleza, se los ahorraron olimpicamente.

Los dioses grecoromanos se encargaban de controlar los fenómenos naturales, como el clima, los terremotos y las cosechas.También se encargaban de proteger y guiar a los humanos en diferentes aspectos de la vida, como la guerra, el amor y la sabiduría. Estos dioses eran considerados responsables de la justicia y la moralidad, y se creía que castigaban a aquellos que no cumplían con sus deberes y responsabilidades. En general, la mitología griega presentaba a los dioses como seres poderosos y caprichosos que intervenían en la vida de los humanos de manera arbitraria. Sin embargo, también se creía que los dioses podían ser propiciados y apaciguados a través de rituales y sacrificios. ( cierro metaparéntesis)

Lo anterior para ilustrar lo iluso que han sido los desdentonces monoteistas, creyendo que un solo personaje divino podia ser capaz de tener al Cosmos minimamemte en control, aún sabiendo que “El Inframundo” exigia dos encargados (Hádes y Perséfones) para medio darse abasto con la oferta y demanda de maldad acumulada. Así el caso judeo cristano, musulman y similares; en donde se beneraba el poder absoluto sin que se delegara responsabilidad alguna, aunque claro, la culpa siempre la tendrian los subditos pecadores que no rezaban o se sacrificaban lo susficiente. De hecho en el caso católico, el omnipresente dios todopoderoso, que cuando le daba la gana se partia en trinidad y supuestamente se dejaba ayudar por santos sin muchos remedios y virgenes desembarazadas, era quien se hacia cargo de todo el bendito tinglado, según siguen predicando sus celibes voceros y representantes terrenales, sacerdotes ahora algo desacreditados en sus templos y en el cielo. 

Esta monodependencia nos ha causado una infinidad de calamidades y cero virtudes evidentes ( a excepción de la arquitectura e ingeniería de sus templos y el oficio estético del arte sacro). En cambio los creyentes politeistas vivían más conscientes de su carnalidad y en mejor contacto con la realidad terrenal y la naturaleza de las cosas. En estas culturas, las culpas y bendiciones se repartian de manera más equitativa y corresponsable y las personas probablemente se sentian mejor atendidas en sus plegarias personalizadas con acuse a los dioses respectivos.

Hoy día, sin dejar de ser laicos y libres creyentes, nos vendria bien adorar a un nuevo colectivo de deidades, un etereo conjunto sobrenatural de expertos en la materia y el alma humana. Creadores objetivos que pudieran asistirnos de forma personalizada en nuestras certezas cotidianas y dudas trascendente. Algo así como… a imagen y semejanza pero no igual al perfil de tu algoritmo. Algo asi como del diario diosmediante un Waze omnipresente, un Wifi incondicional, un Word bien entendido, un Whatsapp súper extrovertido y por supuesto ChatGPT y su artificial legion completa de inteligencia sobrehumana.  Y en lo espiritual y trascendente, deidades convertidas en marcas de alta fidelidad, según sea el caso, como Apple, Google, Spotify, Netflix, Amazon, Fornite, Tesla, Uber, Fedex, Amex, Visa, Starbuck, Starwars, Johnnie Walker, Costco, Walmart, Adidas, Armani, Boss y algunas decenas más, todas guiando a su pueblo elegido, todas selectas en las Forbes 100. Amen.

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