Medicina alternativa

Uno de los más grandes avances de la medicina en la historia moderna, se produjo increíblemente en nuestro bastante atrasado país.  Fue en Pichucalco en donde el chiapaneco  de ascendencia francesa, Doctor  Erasmo Marín Foucher, quien sin precedentes y sin pretenderlo, descubrió y practicó  a principios del siglo pasado, la hoy desestimada  Medicina Empática en Desapego.

Don Erasmo, como le nombraban sus agradecidos y agraciados pacientes, creó una nueva ciencia y filosofía médica, una alternativa verdaderamente diferente de curar dolencias simples y complejas.

El  protocolo básico inicia con una  consulta conversada, en donde el propósito esencial es que el paciente exprese sensiblemente su síntoma y afección, para esto Don Erasmo se encargaba de facilitar con empatía genuina ( de ahí lo de Medicina Empática) y un poco de aditivos herbolarios, el ambiente catártico propicio para revelar el verdadero sentir del dolido en turno. Posteriormente el Doctor validaba el diagnóstico en tiempo real

_ Mi estimado, a usted básicamente lo que le duele es el hombro cuando sube las manos arriba de la cabeza.  ¿ Es verdad ?_

_ Así es doctor, en particular cuando bajo mi taza o cualquier otro traste de la alacena de arriba de la cocina._

-Claro, lo entiendo perfectamente, es muy molesto, sobre todo que usted, como me lo dijo, no puede iniciar el día sin su café en ayunas_

-Así es doctor, usted cree que me tenga que sacar radiografías o  operar sin remedio?-

-No, por supuesto que no, yo estoy a favor de remedios radicales, nada de composturas, más bien lo que yo recomiendo es un cambio de actitud ante la vida, una manera diferente de ver el problema-

-Hmmm… a que se refiere Doctor?-

Don Erasmo, a lo que científicamente se refería, era a cuestionar empáticamente el apego a la cosa y a la costumbre, a hacer reflexionar al quejoso de la inevitable pérdida de las facultades y de la necesidad de adaptarse al defecto impuesto. Aprender a soltar, a olvidarse de lo que era y aceptar lo que es ( de ahí lo de Medicina Empática en Desapego).

– Mi estimado amigo, lo que le voy a recetar es lo siguiente: Olvídese de todo lo que le quede arriba de los hombros, ya nada que esté a más de uno con cincuenta centímetros le favorece o deberá estar a su alcance. Si no quiere dejar su saludable café mañanero tendrá que bajar su alacena al nivel recomendado, para esto lo que usted necesita no es cirugía o terapia, sino un poco de talacha asistida . No se aflija, usted se ira acostumbrando a no esforzar su condición e irá adquiriendo habilidades nuevas y posturas apropiadas. Ya verá que todo se puede arreglar, es cuestión de resignarse al deterioro. En menos de lo que usted piensa ya no se acordará de ese molesto dolor de hombro-.

Por muchos años el récord médico del Dr Marín Foucher fue prácticamente impecable, resolvió, así como lo cuento, exitosamente todos y cada uno de los casos que atendía, hasta que desafortunadamente lo demandó penalmente la esposa de un paciente, a quién le recetó un fantástico artilugio para un problema de pena ajena conyugal. Ni modo, que pena, mala pata de la señora.

F I N

 

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