19.09 & 19.09 &

Para mi cumplir años, desde que tenía 27, significó recordar la amenaza mortal de otro posible terrible terremoto. Al paso de 32 años el miedo se había disipado pero el recuerdo del insistente y consistente homenaje oficial, cada cumpleaños, no dejaba de causar en mi profundos sentimientos trepidatorios y oscilatorios. Hasta ahora, que mal cumplí 59, cuando nunca lo hubiera imaginado, volvió a revolverse en sus centros la tierra, pues esto después de que doce días antes de la mentada fecha conmemorativa, se produjo el más fuerte terremoto jamás registrado en México, con graves pérdidas en los estados más vulnerables, pero por azares del destino, en ese alarmante momento, sin mucho que lamentar en la Capital del país.

Con semejante cimbrada bastaba para suponer que pasadas las más de tres mil réplicas de energía liberada en Oaxaca y Chiapas ya no se daría ningún otra más de esa enorme magnitud y menos como el sismo que se dio al cuarto para las dos, de justo ése mismo día festivo, en el piso 18 del hasta entonces mejor PH del planeta y sus panorámicos alrededores.

Gracias al “ Predecible caos cósmico», o para los creyentes gracias a “dios” sigo vivo, con familia y con techo a salvo. Pero con la profunda culpa de haber contribuido con el implacable tectónico desacomodo.

Entenderán que, por el mismo sismo en el mismo día de 365 posibles y por casual cinismo del destino, ahora  la probabilidad de que vuelva a temblar cualquier otro 19 de septiembre es demasiado alta y por lo tanto y para evitarnos otro trágico episodio, he decidido dejar de cumplir años y buscar cómo desaparecer esa fecha fatal de nuestro desatinado calendario gregoriano.

Esto último ya se ha hecho antes precisamente por el papa Gregorio XIII, quien en su momento hizo desaparecer 10 días que se habían trasfechado desde que se mal instauró el calendario juliano y que de continuar así se alterarían imperdonables fechas sagradas de la liturgia católica. Bueno, entonces, el indulgente remedio como ven, se tendría que promover con Francisco, el Papa en turno, quien seguramente lo pudiera hacer posible, una vez más, por el bien de todos los millones de católicos asentados con profunda fe en la grave falla de San Andrés.

Eso por un lado y por el otro, nos tendríamos que cuestionar lo obvio ¿Cómo yo y todos los que cumplimos en esa próxima fecha a desaparecer, iremos a solventar la inmortalidad? o por lo pronto el hecho de no envejecer ya más? Por mi parte, ¿Cómo afrontar la extraña circunstancia de nunca llegar a los 60 y quedarme de por vida en 59? ¿Qué me podría estar perdiendo de mi inalcanzable senectud? ¿Qué achaques de impotencia no se me presentaran jamás?, ¿ Nos hará caso Jorge Mario Bergoglio?, ¿ Se podrá salvar así a la humanidad?

La obligada reflexión y su oportuna resolución sin duda valdrán mucho la pena. Podríamos perderle así el miedo al fin del mundo.           

6 thoughts on “19.09 & 19.09 &

  1. Yo digo que hagamos una celebración por tu cumple tan grande que tiemble en océano índico y de paso exista una compensación de este lado de la tierra así, no vuelva a temblar por aqui!

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